Las labores a distancia apoyadas por la inteligencia artifical están suponiendo una alternativa económica a la crisis del Covid
Hace casi ya dos décadas desde el estreno en Estados Unidos del largometraje dirigido por Steven Spielberg “Minority Report” y los famosos “precogs” que tantos quebraderos de cabeza ocasionaban al protagonista Chief John Anderton, papel caracterizado por Tom Cruise. Dicho trabajo filmográfico parecía alejarse del mero vanguardismo provocado por el cambio de siglo y situarse más hacia el futurismo que otra cosa. Pero, lo que son las cosas, los sensores corporales, las pantallas táctiles y la inteligencia artificial (IA), en definitivas cuentas, han ido incorporándose a nuestras cada vez más informatizadas vidas. En el campo del marketing, se han escrito y publicado multitud de ensayos con temáticas relacionadas con la IA y ahora con el teleworking. En este momento de emergencia sanitaria mundial por el Covid, el trabajo a distancia ha ganado presencia como motor económico, ayudado por la denominada inteligencia artificial.
Incidencia lenta e incipiente en España
Cruzando el Océano Atlántico y aterrizando en el territorio peninsular de los tiempos del coronavirus, podríamos comenzar por subrayar que el índice de teletrabajadores que se pueden apoyar en la inteligencia artificial supone apenas una quinta parte de la población que opera en el mercado laboral, de manera que solamente un número aproximado de cuatro millones de operarios y técnicos poseen la infraestructura y la tecnología necesarias para teletrabajar en unas condiciones mínimamente dignas. La puesta en marcha de este tipo de producción supone utilizar mecanismos técnicos para gestionar la jornada laboral y poder interactuar a través de novedosos canales de comunicación. Las propias autoridades públicas están adaptando la legislación a un movimiento económico cada vez más incipiente y necesario: el teleworking.
En este sentido, programas informáticos y sociales vanguardistas como Teams o Zoom y otros con más recorrido en años anteriores como el Skype empresarial o Linkedin, incluso populosas aplicaciones de mensajería instantánea como Telegram, WhatsApp, Line o Facebook Messenger nos ayudan a mantener el contacto sociolaboral con los demás trabajadores mediante llamadas, audios, chats, vídeo-llamadas o posibilidad de compartir documentos on line en la cada vez más concurrida nube informática. Se trata de que los esfuerzos colectivos sigan desarrollándose de forma óptima a pesar de que en lugar de estar físicamente juntos en una oficina, trabajemos todos para un todo, cada uno desde su casa o desde donde ubique su teletrabajo. En muchos casos, lo que se impone es una mezcla de trabajo presencial y trabajo a distancia, buscando un mayor equilibrio en las labores productivas. No suele ser aconsejable pasar del negro al blanco ni viceversa, así que en el equilibrio se encuentra la virtud.
Lógicamente, la crisis provocada por el Covid, ha exigido a los responsables de las compañías de marketing y no sólo del sector de la mercadotecnia, tramitar el modo de organizar sus plantillas de una forma acorde con las limitaciones y las exigencias que está exigiendo la pandemia. En este sentido, el trabajo a distancia se nutre de la inteligencia artificial para alcanzar mejores posibilidades de producción y ejecución de la actividad de cada negocio. Los diferentes confinamientos, tanto los más masivos como los más selectivos han empujado contundentemente a que las compañías se decidan más claramente por el trabajo desde casa a distancia. En sectores como el marketing on line o el marketing de contenidos, esta opción representa no sólo algo más que una posibilidad de presente, sino también una baza para el futuro a corto plazo. Quién sabe si la conocida como “nueva normalidad” suponga un antes y un después en la industria del marketing.
Tal vez nos estemos precipitando anticipando lo que nos viene porque aunque hablamos de la inteligencia artificial aplicada al trabajo a distancia, de momento, las cifras de impacto en nuestro entorno más próximo no son tan llamativas como cabría pensar. Si en España el número de trabajadores activos pudiera rondar los veinte millones de operarios, el porcentaje de teletrabajadores se acercaría a la quinta parte de la población del tejido laboral. De esta manera, podemos comprobar que a nivel estatal, el teletrabajo crece aritméticamente, a diferencia de lo que parece podría crecer, visto las consecuencias de la pandemia y las limitaciones que están generando en el panorama socio-laboral. Además, podríamos añadir que los datos generales de España en comparación con sus otros socios europeos en cuanto a destrucción de empleo son más que poco alentadores, más bien negativos.
Medidas de control
La utilización de recursos digitales es una de las medidas indispensables como herramienta para que la productividad del teleworking sea parecida a la que se logra mediante el trabajo presencial. Para esto, es fundamental dibujar estrategias en las que se aglutinen las necesidades laborales de la compañía y de sus trabajadores. Si bien, el trabajador puede conciliar con su tarea laboral otro tipo de situaciones familiares generadas por el Covid, como el confinamiento en el hogar, las diferentes cuarentenas o la teleformación que muchos menores de edad están debiendo realizar en este tiempo, también debe lógicamente cubrir las expectativas y los objetivos que se le vayan marcando.
Los dirigentes de la empresa, entretanto, se encuentran ante un nuevo paradigma en el que deben de tratar de empatizar con la situación de sus empleados y al mismo tiempo mantener la firmeza a la hora de fijar estrategias que desemboquen en la mayor productividad de las tareas y lo hacen apoyados en diferentes herramientas de inteligencia artificial.
Por lo tanto, la IA es un buen sostén o pilar para optimizar y automatizar buena parte de las tareas relativas a gestionar recursos humanos y también a calibrar el talento, más si cabe en esta nueva era del telework. Las compañías de software, están desarrollando herramientas para la transformación digital de las empresas y de esta manera poder implementar y fomentar el trabajo a distancia.
A la hora de gestionar el teletrabajo, los responsables directivos de cada compañía se topan con dos dificultades como son la integración de técnicas que ayuden al control de la jornada laboral y también el fomento de la interacción comunicativa entre empleados y empresa, o dicho de otro modo entre jefes y trabajadores; todos ellos en un contexto de distancia física a nivel off line, pero que deben de estar unidos a través de los soportes on line, para poder remar en la misma dirección y que la empresa o la marca en cuestión avance con buen rumbo hacia nuevos y deseados objetivos
La incidencia de la IA en el día a día
Diferentes portales de Internet, disponibles para todo tipo de gadgets electrónicos, posibilitan realizar muchas funciones de la rutina laboral, tales como la interacción, la comunicación en dos direcciones, el feedback, la gestión documental, los diferentes turnos y tareas o la gestión del calendario laboral, vacaciones, permisos y descansos incluidos.
En este mismo sentido, hay otro tipo de recursos técnicos para gestionar calendarios de empleados, horarios y turnos fijados para el teletrabajo o para la tarea presencial si procediera. Cada trabajador tiene la posibilidad mediante sus aparatos digitales su geolocalización y contabilizar las horas de la jornada marcadas por sus responsables. Todo esto, se puede llevar a cabo a tiempo real y con datos monitorizables para jefes y empleados.
Lanzarse de un salto al teleworking puede traer consigo maximizar costes y lograr beneficios sociales. Ante la situación sanitaria que estamos viviendo, no son pocas las organizaciones, compañías y empresas públicas o privadas que empiezan a valorar positivamente esta nueva realidad que aunque choque de frente con la filosofía y la cultura de la empresa, pueda aportar escenarios más despejados de los nubarrones que se ciernen en torno al virus universal del Covid.
Algunas controversias
Pero nunca es oro todo lo que reluce y la vigilancia que la inteligencia artificial genera para con el teleworking, puede limitar a los trabajadores. Existen controvertidas prácticas de vigilancia tendentes al control de la tarea laboral, volvemos al principio, ¿Fue “Minority Report” un filme adelantado a su tiempo?
Hay potentes programas informáticos que registran las acciones del teclado o del ratón y que rastrean el historial de navegación, incluso se podrían tomar fotos y vídeos a través de la técnica webcam. Este tipo de software monitoriza la labor de los empleados, que no son máquinas, sino personas. Hay también otros programas de inteligencia artificial que posibilita a las empresas medir cuán rápidos son los empleados en realizar sus tareas y sugieren formas de acelerarlas buscando la optimización de la productividad.
Hay reputados dirigentes de empresas que hablan de la vigilancia como tendencia a corto plazo y también existen puntajes de productividad entre cero y cien, etc. Puede darse el caso de que un responsable, observe durante toda la jornada laboral la actividad de los subordinados y darle constantemente recomendaciones y consejos de cómo llevar a cabo de “mejor” forma su tarea. En cualquier caso, esta no sería la única función de un líder, que lógicamente debe de saber predicar con el ejemplo.
Este tipo de herramientas digitales y demás software se sirve de algoritmos que consiguen conocer los flujos de trabajo típicos de cada empleado, en base a elementos como correos electrónicos o llamadas telefónicas que inducen a determinadas tareas y el tiempo en el que se completan.
Los críticos ante estas corrientes laborales de IA aplicada al teletrabajo, defienden tesis como que este tipo de prácticas atacan frontalmente contra la confianza y la moral de los trabajadores. Por ejemplo, hay abogados expertos en temas en línea, Internet y otros campos digitales, que trabajan en contra el abuso de tecnología que realizan gobiernos y multinacionales. Estos especialistas consideran que las herramientas de IA mal aplicadas pueden generar desequilibrios entre CEOs y empleados. Normalmente es más fácil exigir cuentas hacia abajo que hacia arriba. Todo esto no ha llegado con la revolución digital, más bien se advierte de los nuevos peligros acechantes. Decíamos que no es oro todo lo que reluce, es lo que hemos visto en este punto al hablar de las controversias que se podrían generar.
En Gureak Marketing contamos con herramientas de Inteligencia Artificial para asesorar y mejorar el teletrabajo en las empresas. Durante estos tiempos de Covid, seguimos ofreciendo una oferta multicanal apoyándonos en las ventajas que aportan los nuevos recursos y herramientas técnicas. Existe el teletrabajo y se puede llevar a cabo. Así lo estamos poniendo en práctica en nuestra empresa, dotando a nuestros trabajadores de las herramientas necesarias para poder realizarlo de una manera óptima.
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